Palo Alto, Barcelona
junio 9, 2010. Referencias
Estudiando referencias en el contexto español, el de Palo Alto Barcelona es singular y paradigmático. A mediados de los años 80, Pierre Roca, un emprendedor dedicado al mundo de los montajes escénicos, se fijó en una antigua fábrica abandonada en Poble Nou, la parte más degradada de Barcelona, y vio la posibilidad de rehabilitarla y transformarla en un lugar dedicado a la producción cultural. Embarcó en el proyecto a una serie de profesionales creativos interesados en la idea, entre los que se encontraba el diseñador Javier Mariscal, y se pusieron en contacto con el propietario, firmando un contrato de alquiler con derecho a compra. Luego gestionaron con el Ayuntamiento la calificación urbanística del edificio como equipamiento.
A mediados de los 90, se descubre que la propiedad de la fábrica era realmente del Ayuntamiento de Barcelona. Desaparecía así la posibilidad de hacer efectivo el derecho a compra de la fábrica por sus ocupantes. Como respuesta surge la Fundación Privada Centro de Producción Artística y Cultural Palo Alto, institución de interés público a la que el Ayuntamiento termina cediendo la fábrica.
Palo Alto destaca, por encima de cualquier otro aspecto, por el acusado sentido de comunidad de sus ocupantes. Son la gente “Palo Alto”. Personas que comparten una serie de valores respecto al trabajo, la convivencia y la forma de vida. La financiación se resuelve con los alquileres de los espacios. No solicitan subvenciones por considerar que la sostenibilidad económica pasa por ser independientes del dinero público. El propio lugar se ofrece como una “isla urbana” de quietud y vegetación entre el ruido y la ciudad circundantes. Vegetación abundante, espacios industriales atractivos para el trabajo, espacio libre para el descanso, actividad cultural… y la cantina! ¿Quién no querría trabajar allí en un sitio así? Definitivamente Palo Alto es una poderosa fuente de inspiración para nosotros.
Agradecemos a Santi Errando, de Estudio Mariscal, por permitirnos conocer más detalles sobre Palo Alto, y a nuestro corresponsal “improvisado” Carlos Cámara, por hacer de enlace. Gracias!